Inodoros con un diseño moderno y funcional, enfocados en la comodidad y la eficiencia. Sus modelos incorporan tecnologías avanzadas, que optimizan el uso del agua y aseguran un rendimiento duradero y de alta calidad.
Diseño compacto con cisterna integrada directamente sobre la taza. Es el modelo más común y fácil de instalar, ideal para cualquier tipo de baño.
Ver productosFijado a la pared, dejando el suelo libre para una estética minimalista y facilitando la limpieza.
Su cisterna queda oculta dentro de la pared, lo que optimiza el espacio.
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La cisterna se oculta dentro de un bastidor empotrado en la pared o en un mueble, ofreciendo una apariencia elegante y moderna sin necesidad de que el inodoro esté suspendido.
Ver productosDiseñado para adaptarse a distintas configuraciones de fontanería, permitiendo una instalación flexible en función del sistema de desagüe del baño.
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Resolvemos dudas frecuentes sobre los inodoros.
Dependerá del espacio, la instalación y tus preferencias de diseño. Para baños pequeños, un inodoro suspendido optimiza mucho el espacio.
Utiliza productos de limpieza suaves y evita químicos abrasivos que puedan dañar el esmalte. Para una limpieza más efectiva, elige modelos con tecnología Rimless.
Se requiere un bastidor empotrado en la pared para soportar la cisterna y la taza. La instalación es más compleja que un inodoro convencional, por lo que se recomienda contratar a un profesional.
Los modelos actuales con doble descarga permiten reducir el consumo de agua a 3 o 4,5 litros por descarga, en comparación con los inodoros antiguos que utilizaban hasta 10 litros por descarga.
Un inodoro Rimless no tiene bordes internos, lo que evita la acumulación de residuos y bacterias. Son más higiénicos y fáciles de limpiar en comparación con los inodoros tradicionales.
Puedes usar un desatascador de goma, una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre, o un desatascador químico. En casos graves, será necesario desmontar el inodoro o llamar a un fontanero.
Existen adaptadores para convertir un inodoro de salida vertical en uno de salida horizontal, pero es importante consultar con un profesional antes de realizar la instalación.
La altura estándar suele ser de 40-45 cm desde el suelo, aunque existen modelos elevados (alrededor de 50 cm) diseñados para personas con movilidad reducida.
Con un mantenimiento adecuado, un inodoro de calidad puede durar entre 15 y 20 años sin necesidad de reemplazo.